Del total de operaciones realizadas el 59,6% sigue utilizando un
tipo de interés variable frente al 40,4% restante que se decantó por
formalizarla a tipo fijo.
La principal diferencia entre el tipo de interés fijo y el
variable radica en si este se mantiene o no constante a lo largo de la vida del
préstamo. Además, hay otra serie de matices que diferencias ambos tipos de
operaciones:
- Por un lado, si bien el tipo de interés es fijo durante toda la vida del préstamo, el tipo de partida es más alto que en las de tipo variable.
- Por otro lado, el plazo de la operación tradicionalmente ha sido más corto. Como ejemplo, si se han concedido hipotecas a cuarenta años a tipo variable, se reducían a la mitad en el caso del tipo fijo.
En el caso de las hipotecas a tipo variable, la mayoría de las que
se firman en España están referencias al Euribor, al que se le suma un
diferencial.
Como profesional relacionado con el mundo financiero la cuestión
sobre cual es mejor opción, tipo fijo o tipo variable, ha sido una constante.
En años pasados, en los que el Euribor estuvo en niveles superiores al 5 %,
todas las voces apuntaban a las bondades de las hipotecas a tipo fijo.
Partiendo de que en casi todos los casos el tipo de interés es más
alto que en la de tipo variable y el plazo más corto, la realidad es que las
condiciones de las hipotecas a tipo fijo han mejorado bastante y hoy en día se
pueden encontrar en casi todas las entidades financieras productos muy interesantes
que hacen cada vez más difícil tomar la decisión entre una y otra modalidad.
En el caso de decantarse por una hipoteca a tipo fijo, la
incertidumbre sobre el futuro de las cuotas a pagar desaparece y el riesgo
sobre la evolución de los tipo de interés lo corre la entidad financiera. Si
nos decantamos por una hipoteca a tipo variable, aunque nuestra cuota actual
sea menor, somos nosotros los que
corremos con el riesgo de un posible incremento de los tipos de interés.
Lo fundamental es determinar cual de las dos modalidades resulta
mejor financieramente hablando y eso dependerá de la evolución del Euribor (o
del índice utilizado) durante los años que dure la financiación. Sobre este particular
se admiten todas las opiniones pero es muy difícil determinarlo y menos a un
horizonte tan lejano.
Para reflejarlo de modo gráfico he comparado dos operaciones
tomando datos de ofertas de préstamos hipotecarios existentes en el mercado. He
comparado dos operaciones de 100.000 euros a 10 años:
- A: Tipo fijo de 2,50 %
- B: Tipo variable de Euribor + 1%. Para ello he buscado la serie histórica del Euribor a 12 meses de los últimos diez años utilizándolos en forma inversa.
Resultados:
Operación A: Cuota constante de 943 euros, total cuotas 113.124
euros e intereses totales 13.124 euros.
Operación B: Cuotas variables, total cuotas 109.574 euros e
intereses totales 9.574 euros.
En este caso la hipoteca a tipo variable es más barata que la de
tipo fijo a pesar de que se han utilizado varios valores del Euribor superiores
al 2,5 utilizado en la operación a tipo fijo. Es solo un ejemplo para demostrar
que es muy difícil determinar cual de las dos modalidades es más ventajosa.
Por tanto, la elección estará basada más en el perfil de cada
usuario que en una decisión financiera. No dudéis, si queréis un estudio mas
completo y personalizado, en contactar con un asesor financiero.