¿Qué es?
Aunque
se conoce como tasa, en realidad se trata de un impuesto que grava determinadas
transacciones financieras, mediante la aplicación de un gravamen que oscila
entre el 0,01% y el 0,1%, dentro de cualquiera de los 11 países firmantes del
acuerdo. Su denominación oficial es Impuesto
sobre las Transacciones Financieras (ITF).
Países
firmantes
España, Alemania, Francia, Italia,
Portugal, Grecia, Eslovenia, Austria, Bélgica, Estonia y Eslovaquia.
¿Sobre
que se aplica?
Se
aplicará en un primer momento sobre la compraventa de acciones, tanto en
operaciones al contado como en los productos derivados. Posteriormente gravará
la compraventa de deuda y de divisas.
Al
gravar la compraventa de acciones, deuda y divisas, se verán afectados productos
financieros como los Fondos de Inversión o los Planes de Pensiones que pueden
ver mermada su rentabilidad.
En
todo caso no afectará a depósitos o
cuentas a la vista, productos habituales tanto de particulares como
empresas.