jueves, 10 de abril de 2014

Atención a las comisiones - Negociación bancaria (II)

Uno de los motivos que más fricción genera entre las entidades bancarias y sus clientes son las comisiones bancarias. Por eso, siguiendo con la línea de mi anterior post, debes tener muy claro por qué cosas te van a cobrar a la hora de elegir el banco con el que trabajar. Lo ideal sería poder negociar con tu banco y establecer comisiones fuera del estándar según tus necesidades, pero si esto no fuera posible, elige bien antes de dar el paso.

¿por qué pagamos comisiones?
Las comisiones se pagan por la prestación de servicios que los bancos realizan, es decir, enviar una transferencia, gestionar nuestra cuenta…Pueden cobrarnos por casi todo, por eso hay que tenerlo muy en cuenta cuando solicitemos algo que no sea habitual en nuestro día a día.

¿quién fija las comisiones?
Las comisiones a cobrar las fija cada entidad y las comunica al Banco de España, pero tienen libertad total para fijar el precio de cada servicio. La ley solo regula y limita las comisiones en el caso de los préstamos hipotecarios y préstamos al consumo.
Eso si, las comisiones solo se pueden cobrar por la prestación de servicios que efectivamente se hayan realizado y nunca por servicios que no hayas solicitado. Además deben informarte personalmente y por anticipado.

¿Cuáles son las mas habituales?

  •       de mantenimiento
  •       de administración
  •       por emisión de transferencias o cheques bancarios
  •       por emisión, renovación o restampación de tarjetas
  •       por emisión de certificados
  •       por retirada de efectivo en otra sucursal
  •       por descubierto o exceso
  •       por manipulación de moneda
  •       por el servicio de SMS

Algunas recomendaciones
Recuerda que la gran mayoría de bancos online (que venden no cobrar comisiones) necesitan del soporte de otra entidad, lo que en algunos casos puede ralentizar tus gestiones.

Hoy día existen numerosas entidades que ofrecen, tanto a particulares como a empresas, paquetes cerrados que incluyen la mayor parte de las comisiones habituales a cambio de una serie de compensaciones o por una tarifa plana. Es muy práctico contratarlo para evitar sorpresas, pero teniendo siempre en cuenta qué servicios no están incluidos. En el caso de empresas, vigilar esto es mucho más importante, ya que el volumen de transacciones suele ser mucho mayor.

Todavía hay entidades (cada vez menos) que permiten descubiertos en cuenta, es decir, cargan en la cuenta importes de recibos o pagos sin que ésta tenga recursos suficientes. Este tipo de “servicio” genera el cobro de una comisión por descubierto (generalmente muy alta) y unos intereses. Si en tu negocio no quieres pagar por esto déjalo muy claro desde el primer momento y la entidad no generará ningún descubierto en cuenta. Pero piensa que de cara a la imagen de tu empresa puede ser preferible pagar por un descubierto a que tus proveedores reciban devuelto un recibo o un efecto.


Por último y como siempre decir que la clave está en negociar con tu banco y en el caso de duda consultar siempre con un experto financiero.


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