lunes, 24 de marzo de 2014

¿hemos aprendido de los errores?

Hace pocos días compartía en Linkedin una noticia que me sorprendía positivamente. El economista jefe de BBVA Research, Rafael Doménech, afirmaba que existe un competencia “feroz” en el sector financiero para otorgar crédito a las empresas. Después de varios años de restricción del crédito por parte de la banca, parece que la tendencia está cambiando.

Cada día la prensa nos salpica con noticias relacionadas. Todas las entidades financieras parecen haberse lanzado de lleno a la captación de negocio de empresas, sobre todo pymes, el mismo negocio al que hace poco menos de cinco años dieron la espalda casi indiscriminadamente. Pero ahora no toca ese debate. Está claro que hemos de seguir adelante y las malas prácticas del pasado solo deben servirnos de experiencia.

Para los que durante años hemos estado vinculados con este negocio, la experiencia vivida debería servirnos de aprendizaje.
Hemos de aprender de los errores, porque en la intensa relación empresa-banca, todos nos hemos equivocado. No solo ha sido una cuestión de crisis financiera de los mercados,  de falta de liquidez o de caída de la demanda… En lo que se refiere a la reciente crisis de recursos hacia las empresas también ha sido consecuencia de los excesos. Para evitar que problemas parecidos vuelvan a producirse en el futuro o que al menos no afecten de una manera tan virulenta, deberíamos tener claros ciertos principios que parecimos haber olvidado. El primero, prudencia.

No podemos olvidar que cada inversión que la empresa realiza debe estar financiada adecuadamente. Las inversiones en activo no corriente con financiación a medio o largo plazo y las inversiones del activo corriente con financiación a corto plazo. Esto, que muy resumido parece obvio, fue olvidado ante la sobreoferta de recursos que las distintas entidades financieras ponían a nuestra disposición. Daba igual si la empresa necesitaba o no la financiación, la cuestión era, para la entidad financiara, ofrecerla, y para la empresa, aceptarla, porque ya se utilizaría para algo. De esta manera se han realizado inversiones con un análisis de riesgo poco riguroso y en muchos casos sin un proyecto financiero previo.

En todo caso, hay que reconocer que la noticia devuelve la esperanza a muchas pymes que realmente han necesitado la ayuda financiera para sobrevivir.


Este port fue publicado en el Blog de Esic Málaga el 16 de marzo.

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